Diario HOY, Quito, 25 de octubre de 2012
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Según el último informe del Ministerio de Defensa
De 350 toneladas de droga producidas cada año, 200 corresponden al grupo guerrillero. Los ingresos por el negocio ilícito van de $2 400 millones a $3 500 millones anuales
A inicios de septiembre, al confirmar el inicio del diálogo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos, el vocero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Marcos León Calarcá", dijo que el grupo armado ya no secuestra, no tiene rehenes y que el narcotráfico ha sido una bandera de uso político por parte de Estados Unidos y sus aliados.
Así, el líder insurgente refutó la etiqueta de "narcoguerrilla" dada al grupo ilegal y dijo que una parte de la solución pasa por legalizar las drogas y la reestructuración de la producción en el campo para dar alternativas de trabajo a la comunidad.
Eso contrasta con la posición del Gobierno. El martes, Juan Carlos Pinzón, ministro de Defensa de Colombia, presentó un informe según el cual los ingresos anuales netos de las FARC procedentes del narcotráfico van de $2 400 millones y $3 500 millones.
Pinzón agregó que, de las 350 toneladas de cocaína que cada año se producen en Colombia, alrededor de 200 (57%) están relacionadas con el grupo alzado en armas desde hace 48 años.
Según el ministro, esa cantidad de droga mueve de $6 000 millones a $7 000 millones, lo que supone para esa guerrilla entre el 40% y el 50% de ese valor.
Pinzón dio las cifras en la clausura del Foro Colombia-EEUU que organizaron la Cámara de Comercio binacional y el Center for Hemispheric Policy de la Universidad de Miami.
Ese es el balance oficial al cierre del primer semestre de este año.
De los 20 mil miembros que llegaron a reclutar en 2000, ahora las FARC se quedaron solo con
8 147. Pinzón dijo que, ahora, el grupo es diferente y recordó que ha perdido cuatro miembros del secretariado, entre cinco y seis miembros del estado mayor y alrededor de 50 cabecillas de frentes y columnas móviles.
Aún así, no desestimó la capacidad de adaptación de las organizaciones armadas y criminales. Explicó que las FARC han mutado sus formas de ataque con francotiradores y explosivos contra las FFAA y las infraestructuras energéticas y reactivado contactos con grupos sociales de base.
Un modus operandi que se asemeja al de las seis bandas criminales (bacrim) que el Gobierno calcula que operan en Colombia, lo que dificulta la persecución militar, ya que excluye el enfrentamiento directo y da paso a trabajos de investigación fiscal y control del territorio.
Ante ello, el ministro advirtió: "Si no entienden que es la última oportunidad, seguiremos persiguiendo en todo el territorio a todo criminal que viole nuestra Constitución".
Para ello, el Ejército tendrá 25 mil nuevos hombres, 20 nuevos helicópteros, 30 lanchas, unidades de inteligencia de última generación y más inversión el bienestar y la moral de las FFAA.
Juan Carlos Pinzón cerró su intervención en el foro antidrogas adviertiendo que lo único que les pasará a las guerrillas y a las bacrim es que terminarán en la irrelevancia. (EFE-MEVO)
