Ya no está en la celda
del pabellón San Mateo, donde compartía el baño con otros seis
prisioneros. Ahí no había ventilación y el espacio era reducido. Ahora se
encuentra en las villas para conductores infractores. Allí tiene baño
individual, la alimentación es más sana y sustanciosa. Hasta puede entonar
su guitarra.
Las canciones rancheras
son sus favoritas. Christian Arana, de 32 años, incluso ha pensado en
formar un grupo musical en la cárcel de Esmeraldas.
El cambio de celda se dio
luego de que hablara ante los medios de comunicación, sobre las supuestas
relaciones que tenía con funcionarios del Gobierno y organizaciones afines.
Arana está enjuiciado por
tráfico de cocaína en el caso Resurgir. El nombre es alusivo al operativo que
se realizó el 28 de septiembre del 2011. Entonces se encontró más de una
tonelada del estupefaciente, en el patio de un inmueble de la parroquia
Tachina, en Esmeraldas. Los ladrillos estaban enterrados en 11 cajas.
Según la Fiscalía, la
casa fue comprada por Arana pero se inscribió a nombre de Gladis V. La
transacción se detalla en el acta de audiencia de sustentación y formulación de
dictamen fiscal, N°. 1107-2011, que se realizó el 23 de febrero pasado.
El detenido pagó USD 55
000 por la casa. De ese monto, USD 6 000 sirvieron para levantar la hipoteca
que tenía el inmueble en el Banco Nacional de Fomento, según el dictamen.
En el acta constan los
testimonios de los vendedores de la casa, quienes reconocieron a Arana y Gladys
V. en fotografías que presentó la Policía. Arana reconoció a este Diario que
efectuó la compra, pero aseguró que la hizo por pedido de un “amigo cercano”.
Se refiere a un supuesto asesor de la Presidencia de la República. “Cómo iba a
saber que luego, abusando de mi buena fe, usarían (la casa) para guardar
droga”.
Pero la investigación
fiscal ubica a Arana como uno de los cabecillas de una red de narcotráfico. En
el acta 1107-2011 del expediente se lee: “(…) concertó con los demás
coprocesados y efectuó actos idóneos para el tráfico ilícito de drogas, siendo
el encargado de obtener la documentación con apariencia legal que le permita
exportar la droga camuflada entre mercadería libre y lícita. Para ello, como
uno de los más altos líderes de esta organización ilícita, recibieron y
mantuvieron en custodia el inmueble que el mismo Arana había negociado a nombre
de Gladys”. El registro de compra está certificado en la Dirección de Avalúos y
Catastros del Municipio de Esmeraldas.
La función de Arana,
junto con otro implicado, Eduardo Cedeño, era “buscar y lograr nexos con
autoridades policiales para una… futura vinculación a la misma organización”. Esto consta en el
dictamen fiscal acusatorio.
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