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Una camioneta blanca pregonaba ayer por las calles de Lago Agrio, en Sucumbíos, el llamado a los choferes de la ciudad. El mensaje del alto parlante solicitaba urgentemente la presencia de los socios del Sindicato de Choferes de la provincia en la sede central.
Anoche se realizó una sesión extraordinaria para detallar a los profesionales del volante los incidentes ocurridos en la mañana del miércoles.
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“Llegaron alrededor de 40 policías en un bus. Empujaron la puerta diciendo que había una orden de incautación de bienes del sindicato”, narraba Vicente Loaiza, secretario general del organismo, en la sesión.
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El miércoles la Fiscalía avocó conocimiento de una denuncia presentada por Alcides Orellana, ex secretario general del sindicato de choferes de Sucumbíos, y de Jorge Rodríguez, socio del sindicato. La razón: supuestas adulteraciones de actas de asambleas generales de los choferes.
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En la denuncia se señala que en dichas actas estaban resoluciones para cambiar los estatutos que rigen en el sindicato. Sin embargo, cuando las resoluciones se fueron transcritas estas eran distintas a las originales, detalla la denuncia.
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Luego de conocer del caso, inmediatamente el Juzgado I de Garantías Penales de Sucumbíos emitió una orden de allanamiento a las instalaciones del Sindicato. El fiscal Germán Rodríguez junto con policías y Alcides Orellana fueron hasta el edificio, que se ubica en el sector norte de Lago Agrio.
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Este Diario intentó contactarse con Alcides Orellana, sin embargo explicó que no puede dar declaraciones. “Tengo prohibido hablar por recomendación de mis abogados. Cualquier situación se debe consultar con Justicia Vial”, expresó.
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La noche del miércoles, entre aplausos y consignas, los choferes fijaron una hora para acudir a la Fiscalía y protestar. “La orden dictaba que se allanara solo los libros de actas y otros documentos”, detalló Raúl Vera, abogado defensor del sindicato. Vera insistía en que la Fiscalía debe entregar los bienes que no eran parte de la incautación.
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La indignación de los socios, durante la sesión, creció cuando se enteraron que las autoridades también se llevaron computadores. Estos tienen información de alumnos de la escuela de conducción que allí funciona.
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Hoy, desde las 10:00, la avenida Quito fue detenida momentáneamente por los conductores para organizar la protesta. Se pusieron de acuerdo y fueron hasta el Sindicato. Después de conversar llegaron a la Fiscalía en una caravana motorizada.
Un grupo de choferes y estudiantes se acercó hasta el edificio de la Fiscalía. Allí aguardaban policías en caso de que la situación se agravara. Luego de dialogar, los representantes de los conductores conversaron con el fiscal provincial para que se devuelvan los computadores. Pero no se concretó.
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Luego de la reunión, los choferes retornaron hacia la sede para aguardar una resolución.
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