Se puede ser "diferente", Dios juzgará, pero no se puede ser mentiroso. Sobre todo cuando hay miles de testigos que presenciaron la vergonzosa actuación del diocesano Edgard Pinos y la monja de "Las Anas" Hna. Julia Moral por la mañana; y la no menos vergonzosa intervención de los tres diocesanos que aqui quedan (Edgard Pinos, Raúl Usca y Pablo Torres) por la tarde.
Para no repetirnos, reproducimos la Nota de http://www.sucumbiosinformacion.blogspot.com/ que han publicado hoy lunes 7 de noviembre. Vamos a ir sumando las mentiras de Isamis para alcanzar el premio de "los más mentirosos" y figurar en el Guinnes Book del próximo año.
La versión mentirosa de Isamis sobre los desórdenes ocurridos en el cementerio de Lago Agrio el día de los Fieles Difuntos
“Como en otras ocasiones, prudentes y tolerantes, fieles a la promesa de buscar la reconciliación en esta comunidad eclesial, los sacerdotes diocesanos incardinados optaron por estar en la misa en silencio, como uno más”… Esto es lo que se lee en el blog Isamis2010.El pueblo de Lago Agrio tiene otra percepción de las cosas porque estuvimos presentes en el lugar de los hechos y porque conocemos muy bien que, “en otras ocasiones”, estos “sacerdotes diocesanos incardinados” no han sido ni prudentes, ni tolerantes, ni buscadores de reconciliación. Lo mismo las Anas y lo mismo sus otros secuaces, religiosos o laicos, presentes y ausentes, vivos y difuntos.
Cuanto a estar en la Misa “como uno más”, esa es, efectivamente, su práctica habitual: Isamis es una “iglesia diferente” dicha laical y ministerial y en ella el sacerdote es uno más, no cumple su ministerio específico, ni siquiera en la celebración del Santo Sacrificio. En lugar de considerarse “otro Cristo”, el sacerdote de Isamis es “uno más”. Ya lo hemos constatado.
Solo que el día de los Difuntos no estuvieron “en silencio”: estuvieron protestando, amenazando y haciendo burlas. Hubiera sido mejor que silenciasen estos tristes hechos que deforman en su versión en vez de mentir.
Pero ya las autoridades eclesiásticas del Ecuador y de Roma saben lo que realmente sucedió en día de Difuntos en el cementerio de Lago Agrio en que una “iglesia diferente” violó la paz de los vivos y de los muertos.
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