viernes, 4 de noviembre de 2011

Isamis no quiere la paz ni de los muertos

NUEVA LOJA, 4 de noviembre de 2011 – INFORMA PRESS SUCUMBIOS.- Tendrán que buscar otra disculpa. Parece que a esa gente la imaginación y el odio no les falta. “O nosotros (los de Isamis) o muerte”, es el grito de guerra que esta en sus bocas. ¿Y qué tendrán ahora que decir nuestros respetables señores Obispos ecuatorianos?

Dicen los “isamitas” que tienen varios Obispos que les apoyan. A uno se le reconoce facilmente. Es de un Vicariato vecino y también religioso. Los otros no sabemos quienes podrán ser, pero los debe haber, pues caso contrario el Vaticano habría mantenido su elección, a pesar de la oposición violenta del gobierno Correa.

En Venezuela hay Obispos que apoyan a Chavez, y hasta le dan la Unción de los Enfermos, sin necesidad de confesión!!! En Nicaragua, el Cardenal Obando también le da la comunión al guerrillero Sandinista Ortega en vísperas de elección y le agradece y felicita por su “opción preferencial por los pobres”. En los últimos cinco años de gobierno Ortega ha conseguido que 45% de la población sea considerada pobre: ¡todo un éxito de su opción!

Han publicado recientemente un libro en España donde declaran que fue el Obispo de Cienfuegos el que le salvo la vida a Castro y que numerosos sacerdotes mandaban jóvenes, alimentos y armas a la guerrilla de la Sierra Maestra. Y si seguimos contando…!!! En Sucumbíos, durante el gobierno del “Capitán” Fray Gonzalo, OCD, en la zona pastoral del diocesano Edgard Pinos la guerrilla colombiana tenía sus campamentos de reposo y “otras cosas”. Y en la Provincia ganó ampliamente el presidente.

Pues digan o no digan, ellos deben saber lo que hacen, lo que esta sucediendo en el Vicariato con su flamante Delegado, no es ejemplo para el mundo. Y dicen que esta todo bajo control. La señora Morocho debe estar al par de los incidentes que provocaron los diocesanos isamitas y algunos/as de sus seguidores/as.

Algunas parroquias ya tienen sus sacerdotes llegados de otras Diócesis del país. La Parroquia “Jesús Resucitado”, por cuenta de su Sector Norte, es la encargada de las celebraciones en el cementerio el Dia de Difuntos. A las 9:00 horas de la mañana estaba todo en orden para la Misa que celebraría el nuevo Párroco Padre Luis Santián, de la arquidiócesis de Guayaquil.

En ese momento llega el diocesano Edgard Pinos, con la superiora de las “Anas”, la Hermana Julia, y “una multitud” de dos o tres compañeros/as de Isamis. Tuvo que intervenir la policia para poner orden y no se agarrasen de los pelos la provocadora isamita y las señoras de la Parroquia que habían montado el Altar. Al llegar el policia, que “no iba a permitir ningún relajo”, la isamita se voló… antes de que le acusen de “terrorismo organizado”.

El diocesano Pinos, a pesar de los años, se subió de un salto en la tarima e intentó impedir la celebración del Padre Santián. Una voz se levantó fuerte y dijo tales cosas que no somos capaces de repetir aquí, al menos de momento. La Hermana Julia salió en defensa del diocesano y se encaró con la señora de la voz fuerte, que sin pelos en la lengua le dijo: “Soy mal criada, insolente y grosera; eso es lo que me han enseñado los de Isamis en sus 40 años de trabajo en Sucumbíos”.

De alguna manera se consiguió poner orden en la platea. Y hubo Misa. Al poner las intenciones le pasaron el micrófono al diocesano Pinos quién pidió por Mons. Polivio Sánchez y por Mons. Gon…… No tuvo tiempo de completar el nombre, pues un Trueno tan violento hizo explosión junto al cementerio impidiendo se oyese el nombre del Obispo Emérito. Los “isamitas” se quedaron pálidos… y todo el mundo comentó la “coincidencia”.

Por si hubiera sido pequeño el escándalo de la mañana, por la tarde llegaron los diocesanos Torres, Raúl Usca y Pinos y algunos/as de sus agentes “isamitas”. Pero la policia estaba de alerta. Los “isamitas” quisieron documentar fotograficamente a las personas presentes, para dar luego “su versión mentirosa” de los hechos con copia a miembros del gobierno y del episcopado.

Estaba por la tarde uno de los “11 del Putumayo”, pidiendo donaciones. Y llevaba un cartel que decía: “Que Isamis y Monseñor Gonzalo respondan por los 1”100Mil dólares”. Los “isamitas” casi consiguen arrancarle el dinero recaudado. Como tuvieron que retirarse, el diocesano Torres --conocido por los “monigotes” que hizo con la figura del Administrador Apostólico para que le aporreasen-- iba repitiendo a la gente que al Padre Luis le deberían patear y sacarlo de la tarima donde celebraba.

Estos hechos nos los han contado de buena mano, directamente quien los presenció. Y no hay misioneros del Papa, Heraldos del Evangelio, para acusar. ¿Hasta cuándo la jerarquia ecuatoriana permitirá que esa gente de Isamis siga actuando libremente y acabe la Iglesia por perder esta Provincia del Oriente?